Desde el principio de los tiempos, la arcilla ha sido un material fundacional para las sociedades arcaicas. Está presente en la arquitectura y en nuestras representaciones bajo la forma de fetiches y esculturas. La arcilla es una extensión del cuerpo que conforma un segundo cuerpo: lo sobre-modela y lo deforma. También le confiere a quien la habita ciertos poderes o videncias. El cuerpo recubierto de tierra entra en una relación íntima consigo mismo y con el mundo. La arcilla le confiere una presencia muy singular tanto para sí mismo como para la mirada exterior.
Olivier de Sagazan (Francia). Performer y artista visual. Desarrolla una práctica que integra pintura, fotografía, escultura y performance, creando escalofriantes personajes envueltos en metales y arcilla, fundidos en una extraña simbiosis apocalíptica con gestos desgarradores. En su transfiguración existencial, serie de performance que comenzó en 2001, construye capas de arcilla y pintura en todo su cuerpo para transformar y desarmar su propia figura, revelando un animal humano que está tratando de romper con el mundo físico.
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